Mañana 10 de noviembre de 2011, la comisión sexta del Congreso de Colombia, realiza la primera de las dos sesiones necesarias para aprobar la reforma a la Ley 30.
Desde la Mesa Ampliada Nacional Estudiantil (MANE), las y los estudiantes de este país exigimos al Congreso de la República de Colombia: ¡Ni reforma, ni Ley 30, queremos construir una ley de manera colectiva!.
Les comparto unos links para los que se quieren enterar un poco más de lo que está pasando:
El XYZ de la Reforma a la Ley 30 de 1992 (Ley de Educación Superior) Por: Leopoldo Múnera
¿Por qué marcharon los estudiantes?
Un documento MUY útil: Inconstrucción política de la moratoria social: Los jóvenes en la crisis global del Capitalismo.
Y una campaña a través de Twitter “Twitterazo por la Educación Superior”
La marcha de antorchas del pasado 3 de Noviembre en Bogotá, Colombia.
Abro el espacio para que cada uno de nosotros, los que estamos lejos y cerca escriba lo que quiera, lo que sienta, lo que mas le duela de esta reforma.
Va uno escrito por Diana Luna
Defiendo la U Pública porque fue en ella donde me formé como profesional en las carreras que soñé.
Porque tuve la dicha de dedicarme solo a estudiar y porque todas las oportunidades que me dió el sistema público de educación me permitieron aprender inglés y música.
La defiendo también porque mis hermanas pudieron terminar sus carreras allí y porque el restaurante nos ofreció un espacio donde encontramos un menú de pensamientos de mis profes y compañeros con quienes nos entrenamos en el arte de la conversación acerca de nuestras impresiones de la vida personal, nacional y mundial.
La defiendo por la amistad y el amor que conocí allí y que han hecho tan bella mi vida. La defiendo porque mis tios y mis primos que venían de fuera de Bogotá, también obtuvieron allí sus títulos profesionales en las carreras que escogieron.
La defiendo porque a pesar de mi situación de trabajo intermitente de docente ocasional, mi hija pudo estudiar en la U, aún Pública. La defiendo porque deseo que mis sobrinos y los hijos de mis amigos, de mis estudiantes y tantos conocidos y también desconocidos, puedan escoger carrera según su vocación en busca del libre desarrollo de su personalidad.
La defiendo porque es deseable que podamos acceder a ella, sin tener que estar destinados, como lo estoy ahora yo, a compartir nuestros ingresos con el ICETEX, cuya deuda pende como una espada de Damocles sobre mi “comportamiento financiero”.
Por eso, participo en la campaña Pide la retirada de la reforma educativa en Colombia de esta organización de estudiantes y mañana 10 de noviembre, estaré en la marcha, con toda la capacidad que aún me asiste, de soñar un mejor país en el que con dignidad, todos y todas, podemos ocupar nuestro lugar.
Fraternal, Diana Luna.
Estoy de acuerdo con Galeano acerca de que la utopia es la que nos hace caminar. Gracias por ponernos a pensar lo que ven estos ojos de latina desde otros paisajes.
Apruebo el paro basado en argumentos y no en motivos para solearse, o caminar un rato con los amigos.
Apruebo el paro como forma de mostrar inconformidad ante nuestros funcionarios públicos que olvidan que deben servir al pueblo y no a su convicción autómata de interés capitalista.
Apoyo el paro y la toma de quienes en verdad se apropian de su estudio y de quienes aprovechan su tiempo libre para estudiar y crecer como persona.
Apruebo el paro de los que realmente merecen el título de “estudiantes” que es uno de los cargos más difíciles de sopesar sobre los hombres de cualquiera.
Rechazo la reforma de la Ley 30 porque entorpece el proceso de aprendizaje de los estudiantes, porque limita la investigación y el crecimiento de cada quien, porque apoya la política inútil de cantidad sobre calidad; soy profesor del SENA, una entidad pública de educación gratuita para todos los colombianos y el año antepasado y pasado fuimos testigos de los problemas que genera la cantidad por encima de la calidad, gracias a las nuevas políticas el SENA dejó de ser lo que era
y ahora recibe el inadecuado y ofensivo nombre de la “universidad de los pobres” aún cuando es la institución educativa que más recursos económicos mueve en el país. Que la universidad pública no llegue a lo mismo que salga adelante y que se cambie la forma en que se ve la educación.
La educación no es un negocio, es un derecho, es uno de los componentes más dignos dentro de la evolución, debemos dejar de respetar el rifle y pasar a respetar al lápiz , ahí está el futuro, ahí está la civilización.
Apoyo el PARO, apoyo la toma de Bogotá y espero que se extienda por todo el país!
Sí a una reforma. Sí a la protesta y a la opinión pero asistiendo a clases, destinado parte del tiempo a debatir, encontrar soluciones y hacer propuestas.
Sí a cambiar el esquema de negociación de los estudiantes que no ha funcionado en 50 años. Hay que evaluar situaciones como el esquema pensional de la U (pasivos, etc) , estructura financiera y la forma de evaluar sus utilidades (cuanto vale un profesional ejerciendo?, cuanto se paga por un estudiante?). Por qué con los costos de hoy, hay problemas de infraestructura comparando por ejemplo con la universidad de Los Andes?
No a cómo se esta planteando la ley 30.
Sí a la Universidad Pública y de calidad para todos.
La Universidad, como el sistema en general de instrucción pública, es un campo privilegiado de subjetivación social, pero por lo mismo, de disputa por la libertad y la igualdad.
La experiencia de ser jóvenes, es decir, de no ingresar tempranamente al mundo laboral, es una experiencia agonal, ha sido posible en la confrontación entre las necesidades del mercado capitalista y las necesidades de bienestar social de las capaz sociales mas desaventajadas de la sociedad, le dio una oportunidad inédita a las nuevas generaciones de formarse no sólo para ingresar al mercado de trabajo de manera especializada, sino para realizar ideales de cultura, de ciudadnía, de democracia, de rebeldia y autonomía social.
Esta construcción adelantada pricipalmente en el siglo XX, se ha venido desmontando de manera sistemática en los últimos 30 años. En Colombia, antes incluso de haber logrado picos importantes de desarrollo, cobertura y de bienestar en este inportantísimo campo. Así entonces, cuando se habla hoy de parar una reforma privatizante, de cambiar una ley de educación superior cuyo horizonte ha mostrado su verdadero objetivo de minar lo publico en favor de lo privado., no se habla exclusivamente de lo sectorial educativo, sino del conjunto entero de una sociedad sometido al riesgo de la imposibilidad del bienestar y de un futuro humano digno. Es del futuro de las sociedades, de sus mujeres y hombres, de lo que se trata.