Ojos de Latina

De lo singular a lo colectivo

Drei Kriegerinnen de Alexander Preuss y Gregor Barié.

El pasado jueves se presentó en la Embajada de Colombia en Berlín el documental “Drei Kriegerinnen” (Tres guerreras), de Alexander Preuss y Gregor Barié.

Además de la proyección de la cinta, asistieron los documentalistas y dos invitados especiales, Úrsula Baigorria, de la Unidad Municipal de Atención y Reparación a Víctimas de Medellín, y Rubén Darío Gómez, de la Agencia de Cooperación Internacional de Medellín.

El conflicto en Colombia, tal como lo señala Teófilo Vásquez[1], responde principalmente a dos dinámicas, aunque con varios matices. La macroregional, expresada en la lucha por corredores geográficos, y la mesorregional, derivada de la lucha por el control dentro de regiones unas más ricas e integradas, como también zonas campesinas de colonización periféricas. Más allá de una lógica amigo-enemigo, se va entretejiendo una violencia sistemática, que excede las condiciones objetivas como la pobreza, la desigualdad, la exclusión y la precariedad del Estado, para estar alimentada por las frustraciones, el odio y la indiferencia del resto de la población, que hasta la fecha nos ha mantenido en un círculo vicioso de resentimiento que sólo refuerza el conflicto.

En este punto cabe resaltar el trabajo del Centro Nacional de Memoria Histórica, organizando diferentes procesos que van contribuyendo a la realización de la reparación integral y el derecho a la verdad para las víctimas y para la sociedad, con miras a la construcción de paz, la democratización y la reconciliación.

Tocar el tema del conflicto en Colombia, y más por parte de extranjeros, no es una tarea sencilla. Y más teniendo en cuenta el sensacionalismo y amarillismo con el que se suele tratar este tipo de historias. Pero este documental, logra de manera muy respetuosa con sus protagonistas narrar una realidad que aqueja a nuestro país desde hace tantos años. Teresa, Yamili y Diana, tres mujeres provenientes de regiones diferentes, golpeadas de manera distinta por la violencia, muestran como, a pesar de las circunstancias, pueden ser gestoras de paz y de reconciliación con el claro objetivo de culminar de una vez por todas con los enfrentamientos que continúan sucediendo en Colombia y que muchas veces pretendemos ocultar como mecanismo de defensa de la realidad.

Teresa Castrillón perdió a hermano, a su padre y a su madre en Puerto Berrio, a manos de diferentes actores del conflicto. Sin más esperanzas, encuentra en la corporación de víctimas Ave Fénix, un motivo para salir adelante y promover junto con otras mujeres la dignificación de la memoria, el respeto de los derechos humanos, la restitución de los mismos y la no repetición de los hechos violentos.

Yamili Ocampo, vive en Medellín, su niñez y adolescencia estuvo marcada por la violencia de las pandillas y delincuencia común de los años de narcotráfico y de Pablo Escobar. Muy cerca del conflicto urbano, esta paisa encuentra en el amor a los niños y en los libros, una herramienta para transformar la realidad.

“Colombia es un país que necesita abrir los ojos y usar el arte como vehículo para la movilización”, dice Diana Avella, madre cabeza de hogar y una de las cantantes de Hip Hop más conocidas en Colombia. Desde Bogotá, a pesar de lo que le decían sus amigos hombres, siempre ha estado convencida de que las mujeres no sólo están para “hacer los coros en las canciones”.

Les comparto el tráiler:

Gregor Barié nos contó en el conversatorio, luego de la proyección, que en principio no fue sencillo promover la cinta. Los productores están acostumbrados a que sea la violencia lo único que vende, pero Gregor cree precisamente que es por ello que, a través de historias de paz, se puede cambiar esta mirada y llegar a la gente para inspirar y generar conciencia.

En la premiere en Colombia, en la Cinemateca Distrital, también tuvimos la oportunidad de entrevistarlo:

Bogotá, Agosto 2014

La ventaja de una mirada externa. La mirada de los alemanes

“El documental está hecho con una mirada semi interna y semi externa. A pesar de los conocimientos de español de Alexander Preuss, él estuvo concentrado en las imágenes, los colores, en la esencia, en cómo transmitir la realidad, más que en la narración. Después de cada entrevista, él me decía cómo la había percibido, sólo por las expresiones”, explica Barié, coatuor de esta obra.

“La película tiene una mirada externa pero con un conocimiento interno del país y a mí me gustan esas mezclas, así como la canción de Diana, la pista la hizo un alemán, que le contamos muchísimo de la película, la vio, hicimos clara nuestra intención, mostrar la rebeldía y así fue como se armó la canción a distancia entre los 2 con Diana, que le da una identidad específica a la película”, apunta Barié sobre el proceso de gestación del documental.

El hecho de combinar dos visiones (desde fuera, pero en definitiva muy desde dentro) es, en opinión del autor, un hecho enriquecedor: “Escoger las historias no fue tan sencillo, hay muchas que valen la pena ser contadas, en este punto es una gran ventaja tener una mirada desde afuera, ser un agente externo, ya que no se juzga tan rápidamente. Muchos Colombianos ya están demasiado identificados con el conflicto, lo que los lleva a la parcialización. Siempre la observación externa es un plus, como en el caso de muchos trabajos antropológicos de cine sobre Alemania realizados por latinoamericanos”.

Sobre las ‘Tres Guerreras’

“Era claro desde un principio que no queríamos un película sensacionalista”, dice Barié, quien nos desvela uno de los instantes más emotivos de la filmación: “Hubo un momento en que Teresa comenzó a llorar, así que simplemente paré la grabación y le pregunté si quería seguir hablando, a lo que respondió que sí, que esa historia debía ser contada y que ella quería hacerlo”.

“Costó mucho tiempo construir la confianza para dejarnos entrar en su cotidianidad, más aún con los antecedentes de cine y TV, donde se muestran las historias de una forma más fría y dejando a los protagonistas más vulnerables. Fue satisfactorio verlas a ellas seguras, diciendo ‘wow, puedo contar mi historia’. Fue una oportunidad importante para ellas, ya que nunca habían relatado las cosas de esa manera”, recalca el director.

 Para Barié, uno de los puntos más importantes es “mostrar que en cada vida cotidiana hay una historia que vale la pena rescatar”. “No es algo que pertenezca al pasado, es la vida de HOY. Las mujeres tienen miles de problemas de todo tipo, están amenazadas y el conflicto sigue latente. Piensen en Teresa, víctima tanto de la guerrilla como de los paramilitares, un personaje muy importante en la construcción de la paz, ya que se basa en el perdón. De no ser así, quedaría como el “malo” o los unos o los otros, pero con Teresa es claro que matar es malo de los dos lados. Miren el sufrimiento que provoca, independientemente de la intención con la que se haya hecho, derecha, izquierda, Estado, lo que sea. Matar es malo sin importar de qué lado viene”, argumenta Barié, quien cuenta con una licenciatura en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Autónoma de México, un Diplomado sobre Derecho Consuetudinario en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México y una Maestría en Derechos Humanos en España.

La percepción alemana del conflicto en Colombia

“La tragedia alemana tiene su causa en haber sido un poder medio que aspiró a ser un poder mundial. Esto terminó con una guerra que nos marca hasta hoy en día, pero se aprendió la lección, la locura guerrera no lleva a nada y, por eso, la sociedad civil alemana es tan sensible a intervenir con armas y militares –remarca Barié–. Ni siquiera es por convicción ideológica, sino porque se ha vivido en carne y hueso. Por ello me causa gran indignación la producción de armas en el país, porque sabemos que no conduce a nada y el daño tan grande que produce”.

Las consecuencias de un conflicto armado no pasan desapercibidas para Barié, quien traza paralelismos entre aquello que conoce a la perfección a nivel europeo y el caso colombiano: “Al rescatar las historias oscuras que hay en cada familia, sobre papás, abuelos, quizás bisabuelos, de alguna forma han matado o algunos han tratado de zafarse, otros estuvieron implicados, pero hay historias muy oscuras. Los alemanes han vivido eso de forma muy traumática y sabemos que es un país que aunque ahora está bien, tiene prosperidad, pero así mismo con un montón de problemas sociales que por fuera puede que no se vea así. Sabemos que la Guerra no nos lleva a nada y a mí me duele mucho ver colombianos matando a colombianos, que en el fondo son muy parecidos. La misma religión, la cultura, la música”.

 Percepciones del público luego de ver la cinta

“Es satisfactorio lograr que la gente, cuando sale del cine, diga ‘tengo más valor, tengo más fuerza’. Este impacto no lo logran muchas cintas”, subraya el autor del filme, quien evidencia “una gran admiración por estas mujeres y, en muchas ocasiones, ni los colombianos ni ellas mismas saben la valentía y la fuerza que ellas tienen”. “Más aún comparando con lo que yo vivo en mi propio país, lo que yo conozco, cuando al menor obstáculo uno desiste, uno se va volviendo cobarde en la sociedad de consumo y cualquier obstáculo se convierte en un drama terrible”, confiesa Barié.

“Tal vez internamente en Colombia, como hay muchas mujeres que sufren y tantas que son valientes, no se les da el lugar que les corresponde. Es mucho lo que han movido y logrado. Yo sí les tengo una admiración. Son muy especiales y estas son sólo tres de todas las que hay”, concluye el autor de “Tres guerreras”.

Esta cinta ya se ha presentado en Alemania en diferentes espacios, la próxima presentación se llevará acabo en el marco del V Lateinamerikanische Tage, que se realizará entre el 13 y el 25 de Noviembre en Leipzig.

Personalmente tengo que decir que es una cinta inspiradora. Muchas veces, inmersos en nuestras propias realidades, dejamos pasar por alto hechos que aun nos golpean como país, y es precisamente esa indiferencia, desinterés y apatía en la que nos hemos sumido, la que nos aleja de la tan anhelada paz.

 

Los dejo con un segmento del conversatorio en el que participaron los documentalistas. Al principio está en alemán, pero Barié realiza la traducción 🙂

[1] Vásquez, Teófilo, (2001): “Análisis cuantitativo y cualitativo de la violencia de los actores armados en Colombia en la década de los noventa”, en González, Fernán, Ingrid Bolívar y Teófilo Vásquez, Evolución reciente de los actores de la guerra en Colombia, cambios en la naturaleza del conflicto armado y sus implicaciones para el Estado. Informe final, CINEP, Bogotá, marzo de 2001.

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